viernes, 9 de marzo de 2007

Fotos Locas: Trencito Feliz

El Pollo descuartizado en el baño del tren. No es para menos, chupó toneladas en poquísimo tiempo. Terriblemente asqueroso.
Fabricio y Luciano en la estación de Chivilcoy. La formación estuvo detenida algunos minutos y aprovecharon a tomarse un instantánea.
Lucho, Rubén y Franco posando en medio del viaje. Se puede apreciar claramente el vapuleo alcoholico que está sufriendo el pibe de Merlo.
Martín, Rubén, Fabricio, Franco y Rubén Brother's juntitos para la foto. El que se perdió fue el Kun, quien recurrió a la compania de su prima que también viajaba esa noche.

Las imágenes corresponden a la víspera del cumpleaños de Luciano del año 2006, es decir, al 8 de septiembre. A ver, es medio complicado como se dio esto, vamos por partes. Desde Once, Franco iba a subir al tren y de pronto siente que lo llaman, se da vuelta temeroso y ve a un muchacho que le parecía conocido, resultó ser Martín Amante, un conocido de Luciano desde los tiempo de secundaria y que había realizado un viaje con él y el propio Franco hacía unos meses. Acto seguido se compran algunas cervezas y suben al tren. Mientras tanto en Haedo, Luciano, Fabricio y el Kun esperaban que llegue la formación para juntarse con Franco (no sabían que venía Martín). En la espera, conocen a tres pescadores del Gran Buenos Aires, precisamente de Merlo, quienes estaban medio desorientados y llevaban como destino el gran pueblo de Mechita. La pinta de estos muchachos no era la mejor y para colmos, le daban al fernet puro que daba calambre, pero como siempre, Luciano y su terrible jeta hizo que la relación sea duradera para todo el viaje, a pesar de las vastas puteadas propinadas por Fabricio y el Kun. La cosa es que una vez llegado el tren a Haedo se juntaron todos: Franco y Martín que ya venían picoteados desde Once, Lucho, Fabri y el Kun que solo habían tomado algunas latitas y los pescadores, dos de los cuales estaban totalmente mamados. El viaje transcurrió en armonía, solo alterada por el desmayo del Pollo (pescador), que murió hasta Mechita y hubo que bajarlo con su vómito a cuestas. Un viaje raro, pero con la demostración de la hermandad que existe en las rutas ferroviarias.

Fotos: Luciano Aylagas

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